"La patria no es una comunidad abstracta aunque esto hiera a los santos idealistas. La patria es una fracturación dolorosa. Una oposición real, áspera, cotidiana, de las clases sociales nacionales y antinacionales entre sí. Y esta lucha ordena desentronizar a la antipatria en sus múltiples e inconsútiles manifiestaciones económicas, políticas y culturales". J.J. Hernández Arregui