lunes, 24 de mayo de 2010

Las dos rutas de mayo


El 02 de mayo de 1808 se alza el pueblo español contra la invasión de los ejércitos franceses. La España borbónica de Carlos IV, y su heredero Fernando VII, estaba ocupada por Napoleón quien luego de la experiencia del Directorio había logrado conducir Francia y buscaba extender su proyecto imperial.

El levantamiento español asume un doble carácter:
1- Se levanta contra la ocupación imperialista, por lo que se trata de una lucha de liberación nacional.
2- Desde las bases populares el levantamiento asume un carácter democrático y antiabsolutista. La misma España se debatía entre el Viejo Régimen y las corrientes liberales progresistas que desde la Revolución Francesa se extendían por Europa.

Se conforman "Juntas Populares" en cada una de las Provincias, y una Junta Nacional que las aglutina, la "Junta Central de Sevilla". El representante de las ideas liberales progresistas es Gaspar Melchor de Jovellanos quien influenciara a un tal Don José de San Martín que peleaba en España bajo esas premisas.

La Junta Central decreta un 22 de enero de 1809 que las "Colonias" Americanas no son colonias, sino que son "Provincias" integrantes de España.

El 28 de febrero de 1810 la Junta Central de Sevilla convoca a los pueblos americanos a conformar ellos también las Juntas Populares. Es así como:

- El 19/04/1810 se conforma la Junta de Caracas en Venezuela
- El 25/05/1810 se conforma la Primera Junta en Bs.As
- El 14/06/1810 se conforma la Junta en Cartagena
- El 20/06/1810 se conforma la Junta en Santa Fe de Bogotá
- El 16/09/1810 se conforma la Junta de Dolores, México.
El 18/09/1810 se conforma la Junta en Santiago de Chile.

La Revolución de Mayo entonces no fue una revolución nacional sino una parte de una revolución hispanoamericana de carácter democrático. En España asumía ideas progresistas "igualdad, libertad, fraternidad", que habían nacido en Francia, y al mismo tiempo era paradójicamente una lucha nacional contra el avance Francés. Esa lucha democrática era representada por Fernando VII, quien se encontraba prisionero del ejército francés, y aún contra las ideas de su propio padre, Carlos IV.

En América la lucha no asumía el carácter nacional pero sí político. En Bs.As en particular el Virrey Baltazar Hidalgo de Cisneros representaba el sector absolutista de la España Monárquica.

Hacía principio de 1810 las Juntas Populares españolas fracasan y los "Godos" (los españoles absolutistas) triunfan produciéndose la disolución de la Junta de Sevilla. De este modo se conforma el Consejo de Regencia. Llega a Buenos Aires la noticia de que ha caído la Junta Central de Sevilla y el virrey pierde toda legitimidad.

Contra ese absolutismo español se levantan en Buenos Aires un frente conformado por:

- Los "tenderos": Los sectores moderados de la revolución, las "fuerzas vivas". Conformaban la burguesía librecambista. Desde 1809 en Bs.As ya regía el libre comercio con Gran Bretaña, aliado circunstancial de España contra Francia, ya que España estaba imposibilitado de comerciar con sus Provincias por el bloqueo marítimo francés. Esta clase comercial buscaba garantizar sus negocios con Gran Bretaña, en caso de que España se terminara finalmente liberando del invasor.

- Los revolucionarios: Manuel Belgrano, Juan José Paso, Juan José Castelli, Nicolás Rodríguez Peña, Hipólito Vieytes y Mariano Moreno representaban el ala "jacobina". El ala "morenista" buscaba que la revolución asumiera los ideales del liberalismo progresista, y que el Virreynato del Río de la Plata no fuera una simple colonia de la España absolutista. Mariano Moreno había leído a Rousseau en Cuchisaca y se había indignado por las condiciones en las cuales los indígenas habían sido sumergidos en las minas de Potosí.

Cisneros se ve obligado a convocar a un Cabildo Abierto para el 22 de mayo. El General Cornelio Saavedra busca entre algodones, negociar con los revolucionarios y con Cisneros y "cambiar algo para que nada cambie". La votación del nuevo órgano que representaría a las provincias del Río de la Plata arroja como resultado a Cisneros como representante de la nueva Junta.

El ala morenista considera que la votación fue un fraude y contraría los intereses de los cabildantes. Se presiona para que el 25 se convoque a un nuevo Cabildo Abierto.

El 25 de mayo hacen aparición en la Plaza de Mayo los sectores populares que arrastraban los revolucionarios. La famosa "Legión Infernal" de French y Beruti quiere saber "de qué se trata". Presionan desde afuera para que el virrey cese en sus funciones.

Adentro del Cabildo, Julián de Leyva hace una enérgica defensa de Cisneros. Saavedra aparece como mediador, y culmina asumiendo como presidente de la Primera Junta denominada "Junta de Gobierno para la Reafirmación de los Derechos Soberanos del Rey Fernando VII".

La Primera Junta es formada por:

Presidente
  • Cornelio Saavedra
Secretarios
  • Mariano Moreno
  • Juan José Paso
Vocales
  • Manuel Alberti
  • Miguel de Azcuénaga
  • Manuel Belgrano
  • Juan José Castelli
  • Juan Larrea
  • Domingo Matheu

Se le encomienda a Mariano Moreno realizar un "Plan de Operaciones" para llevar adelante. El mismo propiciaba la expropiación de tierras, el impulso de empresas creadas por el Estado, desconfiar de los intereses británicos que buscaban colocar en América sus productos manufacturados, decapitar a todos los que se opongan a la revolución (la reacción proviene fuertemente de Liniers en Córdoba), establecer aranceles a la importación para protección de las manufacturas del interior, etcétera.

El ambicioso plan no prospera. Mariano Moreno, secretario de la Junta, es "enviado a Europa" en supuesto plan diplomático y asesinado por los sectores conservadores de la Junta, representados por Saavedra. Mariano Moreno es arrojado al mar.

Luego de la Junta Grande se forma el Primer Triunvirato ya de tendencia conservadora, que luego sería derrocada por la "Sociedad Patriótica" de Bernardo de Monteagudo continuador de las ideas morenistas. Pero en el Primer Triunvirato comienza a crecer la figura de Bernardino Rivadavia representante de los viejos "tenderos" y la clase comercial porteña. Para éstos, hay que acabar con la barbarie federal, dictar una Constitución Unitaria e imitar a los europeos rechazando la cultura autóctona.

En la batalla de Vitoria, las tropas de Napoleón son derrotadas, y en 1813 el Rey cautivo Fernando VII vuelve al trono de España. Fernando VII, que años atrás como rey cautivo parecía representar los ideales democráticos frente a su padre, deroga la Constitución de 1812 y persigue a los liberales. La Logia Lautaro de la cual formaba parte San Martín viene a América a continuar su lucha perdida en España por los mismos ideales. Pero ahora ya ha triunfado el absolutismo en Europa, por lo que en América será necesario entonces luchar por la independencia de España.
San Martín no viene a independizar al país, sino a América, como un único "partido americano". Por eso San Martín sería luego combatido por Rivadavia, interesado en balcanizar América Latina para provecho de Buenos Aires, siguiendo las estrategias diplomáticas de Gran Bretaña.

Así comienza la historia de nuestro país.

Existen dos rutas de mayo, la de Mariano Moreno y la democracia popular que había aprendido de Rousseau, la de San Martín y la integración Latinoamericana, o la de Rivadavia que pretendía que seamos un apéndice económico de Europa.

Son dos las rutas. La de Mariano Moreno que representaba un liberalismo progresista y popular para la época y que reivindicaba a la igualdad como principal valor de una comunidad. O ese liberalismo antinacional, que solo concebía al liberalismo como libertad de comercio para que una clase social se enriquezca en perjuicio de la mayoría del pueblo argentino.

Luego la contradicción de mayo pasó a ser una contradicción entre unitarios y federales, entre Lavalle y Dorrego, entre Mitre y Rosas, entre la oligarquía y la chusma de Yrigoyen, entre el imperialismo capitalista y los cabecitas negras de Perón y Evita.

Arturo Jauretche decía que "somos un país porque no nos dejaron ser una Nación".

Las dos rutas de mayo siguen vigentes 200 años después de la Revolución de Mayo. La ruta de la dependencia o la ruta de la independencia, la ruta de la patria o la ruta de la colonia. La ruta de un Estado fuerte que industrialice el país y distribuya sus riquezas o la ruta de un Estado débil que no intervenga y solo exporte materias primas para que una minoría propietaria se enriquezca.

Cuando nos ponemos una escarapela o una remera Argentina no estamos amando al país ni por sus colores ni por sus insignias, sino que amamos a nuestros hermanos de nación, y principalmente a las ideas de soberanía política, cultural, económica y social.

Como escribiera Hernandez Arregui en su monumental obra "Nacionalismo y liberación" y nosotros reproducimos en el encabezado del presente blog: "La patria no es una comunidad abstracta aunque esto hiera a los santos idealistas. La patria es una fracturación dolorosa. Una oposición real, áspera, cotidiana, de las clases sociales nacionales y antinacionales entre sí. Y esta lucha ordena desentronizar a la antipatria en sus múltiples e inconsútiles manifiestaciones económicas, políticas y culturales".

Desde La Cámpora Tigrense, a todos los argentinos los saludamos con una frase de Evita: Con las cenizas de los traidores construiremos la patria de los humildes.

Viva la patria.

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